El Bóxer viene de dos perros tipo Mastín utilizados como perros de caza durante la Edad Media en Alemania. Estos perros se utilizaban para la caza de jabalíes, osos y ciervos. Los antepasados del Bóxer también se usaban en las peleas contra toros cuando esta actividad se convirtió en un deporte. En el siglo XIX, estas razas se cruzaron con el Bulldog y se creó así el Bóxer.

El Bóxer es un perro de tamaño mediano, musculoso, robusto y ancho de pecho. Tiene un morro corto y un mentón ligeramente curvado hacia arriba. El color del pelaje corto puede ser marrón y atigrado, normalmente con algunas marcas blancas; también puede ser totalmente blanco. La altura media de los machos adultos es de 57 a 63 cm y su peso oscila entre 30 y 32 kg. Las hembras adultas alcanzan los 53-59 cm y un peso aproximado de entre 25 y 27 kg.

Los Bóxers se suelen comportar como cachorros durante toda su vida, por lo que dan bastante guerra. Activos, fuertes y leales, son grandes mascotas para toda la familia, tanto para adultos como para niños, pero pueden ser bulliciosos, por lo que no son recomendables en hogares con niños muy pequeños. Son valientes y seguros de sí mismos, no se enzarzan en peleas fácilmente, pero son más que capaces de defenderse si se ven obligados. Pueden ser muy destructivos si se les deja solos en casa durante periodos de tiempo prolongados.

Tienen una fuerte necesidad de compañía y ejercicio. Si esta necesidad no se satisface o se quedan solos en casa pueden adoptar comportamientos destructivos. Los Bóxers son ideales para las personas que quieran una compañía canina a su lado la mayor parte del tiempo, o bien familias grandes con casas en las que suela haber alguien en todo momento. Pueden estar bien en una finca en el campo o en un piso en la ciudad siempre que tengan la oportunidad de correr y soltar energía. Si vives en una zona urbana, los paseos habituales son imprescindibles.

Los Bóxers no toleran un clima cálido, por ello tenemos que prestar especial atención para evitar que sufran golpes de calor. También necesitan protección del frío, puesto que tienen el pelo corto. No obstante, su pelo es muy fácil de cuidar y estará brillante y lustroso siempre que lleven una buena dieta, se bañen ocasionalmente y reciban friegas habituales con un guante de aseo o cepillados.

Algunos babean de forma excesiva, y algunos resoplan y roncan. Como otros perros grandes, los Bóxers no viven muchos años, su esperanza de vida oscila entre los ocho y los diez años.

Fue en su momento un perro de guerra, importante durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Era útil para el ejército alemán al enviar mensajes, transportar cables de comunicación o recoger algunos cuerpos de soldados heridos en medio del campo de batalla antes de que llegaran otras razas que eran mejores que el bóxer en estos trabajos. A pesar de estas estadísticas sigue siendo elegido como perro policía del K-9 en distintas partes del mundo, aunque no tanto como anteriormente ocurría. Estados Unidos aún prefiere en algunos casos al bóxer.

La raza bóxer se considera uno de los procreadores del dogo guatemalteco y de la extinta raza del perro de pelea cordobés; también ha dado lugar a razas híbridas reconocidas por el Club Híbridio Canino Americano, que son: el Bull Bóxer (Bulldog americano con bóxer), el Boxador (Labrador Retriever con bóxer) y el Boxita (Akita Inu con bóxer), aunque la práctica de estos cruces está siendo un tema con mucha controversia.

Los principales problemas de salud en la raza son la propensión al cáncer, enfermedades del corazón, tales como estenosis aórtica y la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (la llamada «cardiomiopatía arritmogénica del Bóxer»), hipotiroidismo, displasia de cadera, mielopatía degenerativa y epilepsia; otras condiciones que se pueden encontrar son: dilatación gástrica y torsión gástrica (hinchazón), problemas intestinales, y alergias (aunque estos últimos pueden estar más relacionadas con la dieta).

Ocasionalmente se observa entropión, una malformación del párpado que requiere corrección quirúrgica, y algunas líneas tienen tendencia hacia la espondilosis deformante, una fusión de la columna vertebral, o distocia. Otras condiciones que son menos comunes, pero ocurren con más frecuencia en los Bóxers que en otras razas, son la colitis uclerosa histiocítica (a veces llamada «Colitis del bóxer»), una infección invasiva de E. coli, una bacteria del tracto gastrointestinal.

El Bóxer, al ser un perro grande, tiene un gran apetito, por lo que requiere un equilibrio de nutrientes diferente, incluyendo los minerales y las vitaminas, al de los perros de menor tamaño. El Bóxer es propenso a sufrir distensión del estómago y otros problemas estomacales; unas comidas más reducidas podrían minimizar el riesgo de contraer alguna de ellas.

Referencias

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