Se cree que las dos variedades Corgi descienden del perro de los visigodos (pueblos germánicos orientales) que introdujeron los vikingos en Gales hacia el siglo IX. Puede ser que el Corgi galés de Cardigan sea la variedad más antigua, que introdujeron los celtas en Gales alrededor del año 1200 (el nombre “Corgi” proviene de la palabra “cor gi” que significa “perro enano”). Según otras fuentes, la variedad Pembroke fue traída a Gales por los tejedores flamencos en el siglo XII. Independientemente de cuál fuera el origen de la raza, el Welsh Pembroke Corgi se desarrolló en Pembrokeshire y se utilizó para guiar al ganado mordisqueando sus garrones (patas) ladrando. Las variedades Pembroke y Cardigan se cruzaron entre si libremente hasta la década de los 30. A partir de entonces, los criadores trataron de acentuar sus diferencias. En 1934 fueron conocidos oficialmente como dos razas separadas.

Como brebaje cultural, la reina Isabel a lo largo de su vida, tuvo con aproximadamente 30 Corgis a lo largo de su vida.

El Corgi galés de Pembroke es un perro pequeño y bajo pero robusto con una cara que recuerda a la del zorro. Su pelaje liso de longitud media es impermeable y puede presentarse en color rojo, arena, canela, negro y marrón, con o sin manchas blancas. Los perros adultos de esta raza miden entre 25 y 30 cm. Los machos pesan de 10 a 12 kilo y las hembras, de 9 a 11 kilos.

Es un perrito activo y obediente por lo general. Intrépido y sociable, es un perro encerrado en un cuerpo pequeño. Es muy obediente y fiel a la familia y resulta ideal en un hogar activo y ajetreado. También es un buen perro guardián, ya que está siempre alerta en casa, dispuesto a anunciar la llegada de cualquier visita.

Esta raza se utilizó para el pastoreo. A los campesinos pobres de aquella época se les dejaba pastorear en los campos abiertos de la Corona, esta ausencia de cercos ponía en riesgo al ganado de perderse o dispersarse y hacía necesario a un perro rápido, inteligente, y que pudiera desplazarse sin problemas entre el ganado. El Pembroke es este tipo de perro, el que empuja al ganado por los talones. Su poca altura le permitía correr por debajo del ganado sin recibir patadas.

Puede competir en pruebas de “agility”, obediencia, talento para el espectáculo, “flyball”, rastreo y eventos de pastoreo. Los instintos de pastoreo y la capacidad de entrenamiento se pueden medir en pruebas de pastoreo no competitivas. Los Corgis, a pesar de su enanismo que da la ilusión de pequeñas piernas lentas, pueden alcanzar hasta 25 mph si están sanos y en forma. Esto se debe a que los Corgis tienden a usar más fuerza en la parte superior del cuerpo para correr que la mayoría de los perros, lo que les otorga habilidades mejoradas. Con que el perro haga 1 hora diaria de ejercicio es más que suficiente.

Es un perro sumamente activo, pero la tendencia a tenerlos como mascotas en hogares pequeños reduce su actividad. Si a esto se le agregan excesos en su alimentación llegarán rápidamente a la obesidad. Un perro promedio requiere de 150 a 300 gramos de alimento comercial equilibrado por día. Una característica bastante común del Corgi es su voracidad, que lo lleva a comer demasiado lo que da la sensación de que nunca está saciado; debe limitársele la ingesta de alimentos.

Esta raza de perros tiene una esperanza de vida de 12 a 14 años de vida.

Por la longitud de su columna vertebral son particularmente sensibles al sobrepeso, el cual puede producir osteoartritis, que reduce la esperanza de vida y la calidad de esta.

Esta raza también tiene tendencia a la displasia de cadera (de origen poligenético), a las cataratas, displasia de retina, enfermedad de Von Willebrand (anomalías con respecto a la coagulación de la sangre) y mielopatía degenerativa.

Los cachorros de Corgi destacan por su vitalidad y curiosidad. Por eso resulta necesario ofrecerles una rutina de ejercicio físico con la que desahoguen su energía, además de juguetes con los que se mantenga estimulado mentalmente.

La alimentación de un Corgi debe variar en función de la etapa vital en la que se encuentre. La razón está en sus necesidades nutricionales son diferentes cuando es cachorro, adulto o mayor.

Se recomienda que los cachorros de Corgi coman un pienso específico para cachorros que, además de proporcionarles los principales grupos de nutrientes, garantice que crezcan y se desarrollen de forma óptima.

De adulto el Corgi debería seguir una dieta rica en proteínas que satisfaga sus necesidades de energía. Sin embargo, hay que vigilar la cantidad de ración que se le ofrece porque es una raza de perro que tiende a la obesidad, algo que a su vez puede perjudicar su propensión a sufrir displasia de cadera.

Por último, la alimentación de un Corgi senior tiene que contener una cantidad equilibrada de calorías dado que su energía y su nivel de actividad se reducen con la edad. De esta forma se le puede mantener en su peso ideal con independencia del ejercicio que haga.

El Corgi debe ser cepillado al menos 2 veces por semana y ser bañado cuando se requiera.

Referencias

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