Para comenzar, no hablaré de solo un loro en específico, voy a mencionar los tipos de loros más comunes que se pueden tener de ave de compañía a continuación y sus cuidados:

Periquitos

Son buenas mascotas para quienes se acercan por primera vez al mundo de las aves. Principalmente porque admiten bien la presencia humana, se dejan manejar con facilidad y solo requieren cuidados básicos que se les puede proporcionar con facilidad para vivir una vida óptima.

Cotorras

Las cotorras son muy cariñosas y les agrada el contacto humano. Por ello son estupendas mascotas. Además, reaccionan bien al entrenamiento: es relativamente fácil enseñarles siempre y cuando se haga desde que son bebés.

Papagayos

Suelen ser muy bonitos y de colores vistosos. Pero también son tímidos, nerviosos y temerosos, lo que hace que no sean la mascota ideal para quien nunca haya tenido loros sino para quien ya tiene experiencia con ellos.

Amazonas

Suelen aprender a hablar con cierta facilidad, aunque es una generalización y es importante comprender que cada individuo es un caso. Pueden ser algo ruidosos, pero son muy inteligentes y suelen reaccionar muy bien al entrenamiento. Se recomiendan para propietarios experimentados.

Guacamayos

Requieren de gran espacio y hay que cuidar que no se escapen, ya que tienden a hacerlo. Hay que ser muy cuidadoso para evitar problemas de salud que les pudieran afectar. Es aconsejable tener previa experiencia con loros para el correcto manejo de los Guacamayos.

Cacatúas

Si te preguntas qué tipos de loros hay que sean adecuados para inexpertos, las cacatúas son uno de los más indicados. Son animales muy cariñosos y suelen ser buenos parlanchines. Son muy juguetones y buenos compañeros. Siempre es aconsejable estimularles intelectualmente ya que son muy inteligentes.

A pesar de que son animales habituales en nuestras casas desde hace décadas, hay un gran desconocimiento popular en torno a qué comen los loros. A priori, pensamos que todos comen semillas y que no necesitan más. Sin embargo, es fundamental saber que la alimentación de aves debe responder a las necesidades de cada especie en particular. Y, aunque pensemos que todos los loros son iguales, la realidad es distinta. Cada especie tiene sus propias necesidades en función, incluso, de su lugar de origen.

Hacer que nuestro loro esté bien alimentado no es complicado, pero sí requiere conocer a fondo cómo debe ser su dieta. Algo que no debemos pasar por alto ya que tiene un impacto directo en su salud. Alimentar de forma incorrecta a nuestro animal, ya sea por no ofrecerle variedad de alimentos como porque éstos sean pobres en nutrientes, puede provocar un buen número de dolencias. Unas enfermedades que veremos, sobre todo, reflejadas en su pico y en su plumaje; y que nos obligarán a tomar medidas tales como acudir lo antes posible a nuestro veterinario de exóticos.

Pero no solo en su cuerpo repercutirá una mala alimentación. Como decíamos antes, qué comen los loros también influye notablemente en su carácter y en su comportamiento. Un loro bien alimentado tendrá mejor carácter, más vitalidad e, incluso, alargará su vida y le permitirá disfrutar de ella.

Además de esto, se debe tomar en cuenta que como sucede con el resto de las especies animales con los que compartimos nuestra vida, la alimentación de un loro debe adaptarse a su edad. Alimentar a un loro adulto como alimentaríamos a uno bebé o viceversa puede traerle problemas de salud.

Y, por último, un detalle más. En cautividad, los loros tienen tendencia a comer más de lo que necesitan. Como sucede con los perros obesos, el exceso de peso en los loros también les pasa factura. Por ello, es fundamental controlar el consumo de frutos secos que son sumamente ricos en calorías.

A continuación, se mencionarán los alimentos que debe contener su dieta:

Para empezar, se debe tener en cuenta que son animales omnívoros, por lo que proporcionarle proteína de origen animal en su alimentación no es ninguna locura.

El pienso es la base de la alimentación de este tipo de aves en casa. El pienso para loros supone el 50% de su dieta, pero, a pesar de su composición, no puede suponer el completo de la misma. Este tipo de preparados cuentan con semillas y cereales fundamentalmente además de otros nutrientes ricos en vitaminas y minerales.

Por lo general, la mayoría de los loros eligen de entre el pienso aquello que les gusta, y suelen tirar el resto. Por ello, no está de más observar cuáles son los gustos de nuestro animal hasta encontrar el pienso más adecuado para él.

En la naturaleza y dado los hábitats de los que son originarios, los loros consumen fruta diariamente, En cautividad, este alimento no debe superar el 20% del total de su dieta. Fresa, sandía, manzana, melocotón o albaricoque son algunas de las frutas que podemos contemplar para su alimentación de forma regular. Otras, como el plátano o el melón, deben ser menos frecuentes no superando nunca las tres ingestas a la semana.

Tan importante como elegir bien las frutas que le daremos y comprobar que no son tóxicas, es fundamental alternarlas. Los loros comen mejor cuando no hay nada rutinario en su dieta.

Las verduras cumplen el mismo porcentaje de las frutas al igual que deben ser alternadas para evitar el aburrimiento. Podemos ofrecerles verduras de hoja verde, espinaca, acelgas, calabaza y zanahoria. Totalmente vitales.

Las legumbres les resultan bocados simplemente deliciosos. Garbanzos, lentejas o alubias negras cocidos o incluso germinados son ideales para ellos.

Otras propuestas que salen de lo habitual son el arroz, el queso fresco, la pasta o el huevo, deben estos ser ingeridos ocasionalmente ya que por su salud no es conveniente abusar de ellos.

Algo que se debe tomar en cuenta es que estos animales en cautiverio tienden a frustrarse y deprimirse, por lo que estar presente con ellos es algo que les va ayudar a sentirse mejor y con animo, algo que se puede hacer si no se puede estar presente constantemente, es conseguirle un compañero tal y como lo sería el mismo tipo de ave, ya que pueden chocar si son de distinta especie.

Por último, daré unos consejos:

  • Retira frutas y verduras cada día de su jaula ya que, al ser perecederos, ambos tipos de alimentos pueden ser un foco de infección para él.
  • Mantener siempre limpia y fresca el agua de su bebedero.
  • Antes de darle un alimento, comprueba si puede comerlo: fundamental. Hay una serie de alimentos, como el aguacate o el ajo, que son tóxicos para los loros. Mejor ser prudentes antes de administrárselo.
  • No abusar de las semillas ya que puede provocar obesidad.
  • En medida de lo posible, tenerlos en parejas ya que no disfrutan de la soledad.
  • Tener una jaula que sea adecuada al ave al igual que juguetes.

Referencias

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